La voz de Selena


Selena jamás ha cantado, ésta será la primera vez y será sobre un escenario. Los espectadores conocerán su voz junto con ella. En la escuela es obligatorio participar en el show de talentos, sin excepción. Su nombre es un amuleto, por eso eligió esa canción: Amor Prohibido. Aterrada, comienza.

Canta con fuerza y baila, pero su cadera y el ritmo nunca se encuentran. Su voz es grave y chillona alternativamente. Suena como una alarma de incendios, pero no se detiene. Valiente sí es. Termina la canción. Silencio. El público estalla en aplausos. La vitorean de pie, algunos lloran conmovidos, otros piden a gritos una segunda canción. Gana el show de talentos, que no era concurso, y su vida se convierte en una vertiginosa secuencia de éxitos.

Señorita Talento Regional. Ganadora en la voz México. Primer sencillo. Grammy al artista descubrimiento. Segundo disco. Séptimo. Disco de villancicos y ¿por qué no? invitada en Bailando con las Estrellas. Se habla ya de un documental sobre su historia, quizá una serie. Ícono de una generación, según la Rolling Stone.

Selena no entiende, su voz es horrenda, desentonada y sin embargo, de eso ha vivido. Tal vez el suyo sea un espectáculo de comedia. Tal vez, un sueño.

En una alfombra roja, quien sabe de qué, un chico de quince años le grita: 

– ¡Eres un asco! ¡No cantas un carajo!

Selena queda pasmada, se descongela y camina hacia el chico. Le agarra la cara y lo besa emocionada.

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Descubrimiento final